Llegar al punto sin retorno donde dos bólidos a toda
velocidad se dirigen el uno contra el otro, dando como resultado un bizarro
beso, un choque de dos fuerzas gemelas, una nulidad que se transforma en
equilibrio. Así se torna el momento cuando los ídolos mueren.
Después de la muerte de los ídolos todo es claro, como
una película proyectada en HD. Aquí tu padre se convierte en humano. Aquí sus
defectos lo hacen tu amigo y sus virtudes algo para aplaudirle.
Ya conociendo éste
terreno, descubriste el misterio del fanatismo y aprendiste cómo cometer un
asesinato a sangre fría contra un alma pura, también cómo evitarlo. Reconoces el poder delirante producido por la admiración. Después de llegar hasta aquí ya no existen los inocentes.
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