Después de un bache emocional (depresión) estuve un tiempo sin escribir, pero he vuelto y aquí les dejo este relato...
Estaba cansado de vivir con él. Despertó. Botellas por todos lados, macilentos cigarros tirados en el piso ¿por qué era tan débil?
Pedro, Pedro, Pedro, siempre lo que dijera Pedro. No sabía como ponerle un alto, marcarle un límite. Esto ya era demasiado ─pensaba Juan.
Pedro, Pedro, Pedro, siempre lo que dijera Pedro. No sabía como ponerle un alto, marcarle un límite. Esto ya era demasiado ─pensaba Juan.
─La última y nos vamos Juan, no seas puto yo pago. Qué poco aguantas, eres un malagradecido, tantas viejas que hemos compartido. Culón
─ Siempre lo mismo. Él gana…
¿Que no era suficiente trabajar en una empresa de telemarketing, aunque no le gustara para poder subsistir? Y aparte soportar a un drogadicto y vulgar ser, como Pedro, nada más por no saberle decir que no. Eso de ir como el salmón, a contracorriente, lo cansaba.
Lo había dejado todo por estudiar filosofía: la comodidad, el carro del año, una casa limpia con todo el rigor burgués. Su padre le dijo claramente: para esa carrera no cuentas con mi apoyo. Tú vas a ser un empresario como yo, no un huevón que dice que pensar es un trabajo.
Estaba harto de Pedro. De llevar a cuestas a Niesztche con toda su amargura. Hasta de si mismo…
Sabía que era sólo cuestión de darle un alto. Bajar unas cuantas escaleras, veinte para ser exacto y tener fe en la sabiduría popular, por aquello de que el valiente vive hasta que el cobarde quiere.
Se armó de valor, era consciente de que Pedro lo esperaba abajo. Tenía los brazos tensos. Bajó cada escalón y el coraje se incrementa a cada paso. Sus padres vendrían a ver cómo vivía en cualquier momento. Le habían llamado dos días antes. Tenía que demostrar no estar equivocado en su decisión de ser filósofo. No quería sermones, ni escuchar ese taladrarte: te dije que no podrías hijo, te lo dije bien clarito, ve nomás como vives; tienes que llevar las riendas de la empresa familiar hijo, no esas pendejadas de ser filosofo.
Estaba harto de Pedro. De llevar a cuestas a Niesztche con toda su amargura. Hasta de si mismo…
Sabía que era sólo cuestión de darle un alto. Bajar unas cuantas escaleras, veinte para ser exacto y tener fe en la sabiduría popular, por aquello de que el valiente vive hasta que el cobarde quiere.
Se armó de valor, era consciente de que Pedro lo esperaba abajo. Tenía los brazos tensos. Bajó cada escalón y el coraje se incrementa a cada paso. Sus padres vendrían a ver cómo vivía en cualquier momento. Le habían llamado dos días antes. Tenía que demostrar no estar equivocado en su decisión de ser filósofo. No quería sermones, ni escuchar ese taladrarte: te dije que no podrías hijo, te lo dije bien clarito, ve nomás como vives; tienes que llevar las riendas de la empresa familiar hijo, no esas pendejadas de ser filosofo.
Terminó el último escalón y él apareció. Pedro portaba un rostro de asesino, como si supiera que era la hora de ser la victima o el verdugo. Se miraron. Los dos sabían que era momento de romper cristales, de estallar…
Juan no le dio tiempo de nada y se abalanzó contra él. Usó su cabeza para romper el rostro de Pedro. Estalló la sangre y un cuerpo cayó.
Llegaron cansados del viaje. El bocho destartalado de su hijo se encontraba afuera y horas después de tanto tocar la puerta sin respuesta, tomaron la decisión: llamar a la policía. Los oficiales tumbaron la puerta y encontraron a Juan Pedro en un charco de sangre entre cristales rotos.
13 comentarios:
alaiquet donbe sochacraller quiseses missllu <3<3<3!!!
Yo diría que es cierto, en la fragmentación del ser todo tiende hacia charcos de sangre entre cristales rotos.
No sé qué tan gastado sea ese recurso de oponer el personaje a sí mismo mediante personalidades múltiples, pero creo que la sed de autodestrucción es un tema siempre vigente, sobre todo si se le combina con Nietzsche, alcohol o alguna otra sustancia adictiva. ¿No es, para algunos, existir, la mayor adicción de todas? Yo no me acostumbro a existir, y por eso me identifico con ese "fracaso de cristales", y del yo.
Saludos desde la hoguera
bienvenido de vuelta
buen post!
en mi planeta tambien el bloggeo semi constante ha regresado... ! saludos!
Sorry
También tengo mi número dos.
ohh emmm quién erees?
que bueno volver a escribir!
y cómo se llamó el personaje?
jajajajaja
besos
¡Me deseperas y me gustas! ¡¡¡¡¡Me desesperas mucho y me gustas más!!!!!
Ahum, ya lo había leído.
Besos Don Davit.
Ja Ja Ja, El Cano Donde Andas?? pues aqui escribiendo, yu volviendo a esta cosa llamada Blog !!! cuidese saludos
Muy buen cuento, así como me gustan jeje.
tenia buen rato sin pasar por aca .
muy bueno
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