Gente bonita, me di la libertad de dejarles este relato que fue leído en la lectura del Colectivo Barracuda en el 16mm
Betty y Suxy
Todavía no salía el sol, pero ya había comenzado el ritual de todas las mañanas. La secadora chillaba y la radio cantaba sin parar las rolas de la Hilton. Betty se ponía la minifalda esmeralda que le trajo su hermana de sus últimas vacaciones en París,
- ¡ash! el frío no es inconveniente cuando una se quiere ver bien - pensaba mientras sus piernas torneadas cambiaban de textura victimas del frío, obteniendo la clásica piel de gallina. Las manecillas del reloj seguían corriendo, cuando se dio cuenta ya tenía quince minutos de retraso, ya era casi imposible llegar a tiempo a su clase de las ocho. Salió rápido, tan rápido que no tuvo la delicadeza de cerrar la puerta como lo hacen las señoritas educadas. Después del vértigo propiciado por la aparatosa salida, quedó en la atmósfera el sutil aroma a Be Delicious cortesía de Mike, su novio.
Tras el portazo, Suxy despertó. Tenía los ojos entumidos, se estiro para espantar el sueño. Debido al clima no tenía ganas de hacer mucho. Merodio por la sala de estar. La televisión estaba prendida, como era costumbre a Betty se le había olvidado apagarla. Se acostó en el silloncito rosa, la epidemia del rosa había atacado cada rincón del minimalista decorado del departamento. Dormitó un poco más y entre sueños escuchó la llegada de Panchis, la muchacha que hacía los quehaceres. -¡Esa Suxy!- le dijo Panchis con una gran sonrisa en el rostro. Suxy sólo la volteo a ver y cerró los ojos de nuevo.
Despertó una hora después, Panchis estaba entrando y saliendo para colgar la ropa en el tendedero, mientras Panchis continuaba colgando la ropa suxy salió al patio. Miró cómo el tímido sol trataba de salir, después se quedó contemplando la barda y de sopetón le llegó el impulso de saltarla. Lo hizo. Al estar del otro lado, cambió todo el panorama, así de absurdas son las zonas urbanas en México, atraviesas unos cuantos metros y de una colonia llena de suites de lujo, te trasladas a un arrabal en toda la extensión de la palabra.
Anduvo explorando aquella colonia popular. Pobre Suxy contrastaba terriblemente con esa realidad, ella tan blanca y portando un collar tan brillante. Pero había una razón importante para andar por ahí, esa razón era él. Lo había visto en una ocasión que venía en el coche con Betty. Él con ese toque de misterio y esos ojos tan verdes y grandes, era obvio que era el semental del barrio. Y ella ansiaba ese encuentro salvaje. caminaba pausadamente cuando su instinto le indicó que él se encontraba cerca, se metió en un callejón estrecho y de repente la mirada felina de él la encapsuló…
Betty llegó al departamento acompañada de Rebeca, su amiga de la Universidad. Se encontraba cansada, pues había tenido un día difícil en la escuela.
- ¡ash! el frío no es inconveniente cuando una se quiere ver bien - pensaba mientras sus piernas torneadas cambiaban de textura victimas del frío, obteniendo la clásica piel de gallina. Las manecillas del reloj seguían corriendo, cuando se dio cuenta ya tenía quince minutos de retraso, ya era casi imposible llegar a tiempo a su clase de las ocho. Salió rápido, tan rápido que no tuvo la delicadeza de cerrar la puerta como lo hacen las señoritas educadas. Después del vértigo propiciado por la aparatosa salida, quedó en la atmósfera el sutil aroma a Be Delicious cortesía de Mike, su novio.
Tras el portazo, Suxy despertó. Tenía los ojos entumidos, se estiro para espantar el sueño. Debido al clima no tenía ganas de hacer mucho. Merodio por la sala de estar. La televisión estaba prendida, como era costumbre a Betty se le había olvidado apagarla. Se acostó en el silloncito rosa, la epidemia del rosa había atacado cada rincón del minimalista decorado del departamento. Dormitó un poco más y entre sueños escuchó la llegada de Panchis, la muchacha que hacía los quehaceres. -¡Esa Suxy!- le dijo Panchis con una gran sonrisa en el rostro. Suxy sólo la volteo a ver y cerró los ojos de nuevo.
Despertó una hora después, Panchis estaba entrando y saliendo para colgar la ropa en el tendedero, mientras Panchis continuaba colgando la ropa suxy salió al patio. Miró cómo el tímido sol trataba de salir, después se quedó contemplando la barda y de sopetón le llegó el impulso de saltarla. Lo hizo. Al estar del otro lado, cambió todo el panorama, así de absurdas son las zonas urbanas en México, atraviesas unos cuantos metros y de una colonia llena de suites de lujo, te trasladas a un arrabal en toda la extensión de la palabra.
Anduvo explorando aquella colonia popular. Pobre Suxy contrastaba terriblemente con esa realidad, ella tan blanca y portando un collar tan brillante. Pero había una razón importante para andar por ahí, esa razón era él. Lo había visto en una ocasión que venía en el coche con Betty. Él con ese toque de misterio y esos ojos tan verdes y grandes, era obvio que era el semental del barrio. Y ella ansiaba ese encuentro salvaje. caminaba pausadamente cuando su instinto le indicó que él se encontraba cerca, se metió en un callejón estrecho y de repente la mirada felina de él la encapsuló…
Betty llegó al departamento acompañada de Rebeca, su amiga de la Universidad. Se encontraba cansada, pues había tenido un día difícil en la escuela.
—¿Y Suxy dónde anda?—Preguntó Rebeca.
―Pues ha de andar de vaga.
— Oye ¿por qué ella siempre huele super bien? ¿Qué perfume usa wey?
—O sea ¡Hello!… tipo que usa el mismo perfume que yo.
— jajajajaja. Bueno y siempre qué onda ¿vamos a ir al antro o equis?
— ¡Ay! la verdad ando mega cansada, ¿mejor mañana no?
—Bueno yo ya me voy wey, porque me tengo que arreglar, bye…
―Pues ha de andar de vaga.
— Oye ¿por qué ella siempre huele super bien? ¿Qué perfume usa wey?
—O sea ¡Hello!… tipo que usa el mismo perfume que yo.
— jajajajaja. Bueno y siempre qué onda ¿vamos a ir al antro o equis?
— ¡Ay! la verdad ando mega cansada, ¿mejor mañana no?
—Bueno yo ya me voy wey, porque me tengo que arreglar, bye…
Betty después de despedir a Rebeca se fue a dormir a su cuarto. Antes de conciliar el sueño la despertó el rechinar de la puerta y vio la silueta de Suxy.
—¿Andabas de zorrita verdad? Vente a dormir aquí conmigo, ándale que hace mucho frío.
Suxy se trepó a la cama y como siempre Betty se quedó dormida con su ronronear…
P.D. Las fotos de la lectura del 16 mm serán publicadas después en el blog del Colectivo Barracuda.
P.D.2. Para aquellos que no son de estas latitudes, cualquier duda semántica será aclarada.
15 comentarios:
ya vez mijo, después de todo el tec no es tan malo, te da hasta inspiración jajaja, saludos
Yo ya se lo había dicho: Caí hasta el último párrafo...
-Hoy no me funcionan las neuronas, volveré cuando se decidan a trabajar-
ñañaña!
Me hubiera gustado haberlo escuchado hacer esas vocesitas chicas tec...aunque no hice mucha falta, ya que estaba mi clon.
heeeyy
aqui ando firmandote ya que lo habia prometido alejandro amish ...ya ves, ya sabes quien soy jejeje!!
saludos y espero que estes bien
!!!!!ya no fumes!!!!!
cuidate y sabes que se te quiere dios de la ortografía jajaja
bye!!
MEOW!
¡Quiero ese perfume!, dámelo, dámelo, dámelo.
Y también quiero ver las fotos.
Y quiero agua de jamaica. Ñam.
Muac.
mi lectura fue
como un fluido de grandes imágenes
.
sigo
abrazos
buen relato, sí señor!
un saludo
mmm... muy bueno Jovencito... espero se pase por mi Blog esta pendiente el cadaver exquisito .. lo recuerda?
Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa muchas gracias por visitar mi blog
y ta chido tu relato ^^
Mhhh, primera vez por acá.
Entonces usted tbn es un amargado?
Saludos :)
no que ya eras un bloger en serio? pues que pasó que perdió el ritmo mi estimado.
besos
Cuando tenga un gato quiero que sea como la Suxy, aunque me da miedo la epidemia del rosa
que loco... te dije que no me gustaba dejar posts.... pero bueno, cai y?
extrañandote y eso que ayer te vi.... a ver si sabes quien soy...
latte. cappuchino... creo que ya sabes.... miles d besos david...
R E L A X
por favor....
Buen relato corto. Cuando las hormonas gobiernan no existe peligro que no valga la pena desafiar.
Gracias por la recomendación en mi blog ;)
Lo que ya te había dicho, no es cursi, me gusta
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